El Río Neira.

Es un río con gran riqueza piscícola y ecológica y famoso por sus codiciadas truchas, esconde en sus vertientes magníficos bosques de robles, castaños y abidueiras, donde encuentra una numerosa y variada fauna.

Nace en la Sierra del Portelo y tiene 56 kilómetros de longitud. Sus fuentes, a 940 m. de altitud, están situadas en laFontaneira y O Cádavo (Baleira).

El río Neira cruza Baralla de norte a sur, con la presencia de numerosos arroyos del propio Neira que dotaron al municipio de Baralla de extensos y fértiles yacimientos de valle.

Su cuenca abarca unos 830 kilómetros cuadrados, y está flanqueada por diversas sierras, que la separan de las cuencas vecinas: al norte el Monciro y la Sierra del Mirador son la divisoria con las aguas de la Tierra Chá, y el bloque de O Corgo lo separa del río Chamoso. Del río Eo la separan los montes de O Cádavo, y del Navia, la Sierra del Portelo y la de la Pena del Pico al este. Por el sur, la Sierra del Oribio es la divisoria con el río Lor, y la Sierra de Edramo, la que la separa del Cabe.

En su curso alto origina los valles de Neira de Rei y Baralla, en los que se encaja fuertemente, abriéndose en el valle de Xusá. Desde la Pobra de San Xiao hasta su desembocadura discurre suavemente. Entre Láncara y Carracedo recibe por la izquierda al río Lamas y más adelante a sus dos principales afluentes, el Tórdea y el Sarria. Desemboca por la margen izquierda del Miño, en la confluencia de los Ayuntamientos de Portomarín, O Páramo y Láncara.

El Neira recibe por la derecha las aguas del Trabazas, Valle Pedroso; Mazuco, A Pena, Xenil; Guimarei, Basille, A Cabaleira, A Aspara, O Val, O Novo, Obira y el río Tórdea.

Y por la izquierda, los regatos de Busto, Furco, O Souto, A Pena do Gato, As Veigas, Colmena, Toanzos, Couso, Armeá, Regueras, Cantaral, Castañeiras, Batán, Vigo da Fonte, Conde y el río Sarria.

 

En la zona del río que transcurre por el municipio de Baralla abundan las formaciones de monte bajo.


La explotación forestal es importante, ocupando los pinos de repoblación amplias superficies, restando así protagonismo y espacio a las especies autóctonas.

La cigüeña, nidificante en la comarca y muy aprezada por los vecinos, aumentó mucho, por lo que en algún sitio se tuvieron que instalar nidos artificiales.

También es posible escuchar el sonido del escaso búho real, y divisar águilas reales y otras rapaces.


Los grandes mamíferos abundan en este sector, bajando en ocasiones lobos y jabalíes a alimentarse al valle. El corzo es una especie en amplia expansión.

A lo largo de los tiempos el río fue un elemento importante en el desarrollo de los pueblos. A su orilla se instalaron molinos, etc. hicieron arcas para la pesca, calzadas para regar, fábricas de luz, de papel.
También el río contribuía al sustento proporcionando exquisitas truchas y anguilas para la alimentación de los habitantes de los lugares por donde pasa.
Tradicionalmente el río Neira disfrutó de merecida fama por la calidad de sus truchas.